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miércoles, 6 de noviembre de 2013

La Noche
Noche tranquila y poco a poco cada vez más fría, aunque lo cierto es que no es el frío de la noche lo que me turba y me mantiene en vela, sino el frío doloroso de tu ausencia.

Frío como cuando nuestra sangre se va helando, frío como cuando la ventisca nos atrapa e incluso como cuando la muertes nos acecha; un frío que ni la llama más ardiente conseguira quitar más que la llama, que como humano en el neolítico trato de crear, rozando con fuerza unas piedras de las que solo manan chispas, chispas que parecen encender pero se apagan con gran rapidez y no logro encender la llama del amor.

No soy un loco, o tal vez sí, llámame tan solo: "Loco del amor"; de ese amor que siento por ti, de ese amor que no logro encender, de ese amor que poco a poco me consume por dentro de no poder darte tan solo un beso o una caricia en la mejilla.

Se hace tarde y no quisiera extenderme más y de esa manera aburrir con "Memorias de un loco" pero antes de partir quisiera recordarte que pase lo que pase y moleste a quien moleste, aquí siempre tendrás a un loco enamorado de ti.

Fran Hernández

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