(Reproduce el vídeo y comienza a leer)
Siento a veces que la distancia son solo números que alguien decidió poner para medir el tiempo que a cada unos nos separa de algo o de alguien; números que alguna que otra vez quisiéramos hacer desaparecer pudiendo así alcanzar aquello que deseamos con fuerza.
La vida tiene esos ratos en los que el cielo se nubla y el Sol deja de brillar, esos momentos en los que preferimos callar a confesar algún que otro sentimiento temiendo a no contentar al destino, temiendo arriesgarnos y que la vida después nos diga si hicimos bien o mal.
Abro mis ojos y siento que la vida no se para, que el destino no es quien escribe mi camino sino que solo yo soy capaz de dibujar esos barcos de papel que en el mar de nuestras vidas han de navegar; abro mis ojos para ver que el camino es largo y que quizás tropiece o me canse de andar pero que el paso de quienes en el me acompañan me ayudan a caminar cada vez más con paso firme y decidido.
Siento que al abrir los ojos el Sol vuelve con fuerza a brillar, que la sonrisa nunca se apagó y que a mi alrededor todo sigue igual; siento que la vida me abre un camino que conquistar, un camino largo que sin duda un día podremos decir que valió la pena caminar.
Abro los ojos y tan solo se me ocurre decir ama, canta, baila y nunca dejes de sonreír. Se tú quien escriba cada capítulo de tu historia. Se quien de verdad decida lo que ha de ocurrir, lo que solo tú quieres que suceda con cada personaje de tu historia.
Mientras, con los ojos abiertos y tratando cada vez de acercarme un poco más insistiendo en que la vida no está escrita y animándote a que tomes papel y lápiz y con decisión escribas tú historia esa en la que sin dudar siempre has de ganar, porque la vida no solo puede durar #90Minutos...
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