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sábado, 27 de julio de 2013

In Memoriam
(reproduce el vídeo y, mientras suena la música, lee el texto de abajo)

 
José Luís, Benigno, Antonio, Ana María, Rosa María, Ignacio, Francisco, Antonio, María Isabel, María Pilar, Fabio, David, Olga, Santiago, Elisa, Juana, Enrique, Karmele, Victor, Rosa María, Manuel, Lucía, Tomás, Braulio, Jaime, Jacobo, Eva, Manuel, Mohamed, Carla, José María, Jon, Blanca, Marta, Antonio Baro, Celtia Uxía, David Martín, David Esteban, María Delia, Jesús Antonio, Consuelo Florinda, Laura Naveiras, Laura de Juan, Francisco Javier, Manuel Ramón, María Rey, Carolina Besada, Carla Revuelta, Elena Ausina, Raúl Bonilla, Juan Manuel de Diego, Juan Antonio, Rodrigo, Yolanda Delfin, Sara Camila, Ana María Álvarez, María de los Ángeles, María Esperanza, María Andre, Juana Trinidad, Esperanza Márquez, Leonor Buendía, Francisco Juan, María Patricia, Mercedes, Luís Manuel, Elisa Esther.

66 de las 78 victimas mortales que ha dejado la tragedia ferroviaria en Galicia. 66 nombres que hacen llorar con tan solo pensar en ell@s, en los sueños que tenían aún por cumplir, en las familias y amig@s que dejan en este Mundo.

Acababan de terminar los estudios, iban a visitar a algún familiar, iban a la fiesta del Apóstol, iban a dar una sorpresa a alguien, volvían a casa, y otras muchas historias que aquella noche del 24 de Julio de 2013 se quedaron en las vías de un tren.

La vida se les acabo sin apenas esperarlo y hoy España entera llora de dolor uniéndonos al sentir mutuo de esos familiares, esos maridos, mujeres, abuelos, PADRES, hijos y un largo etcétera que han quedado rotos en dolor por esta tragedia.

Este es mi particular minuto de silencio, mi particular recuerdo a tantas personas que han perdido la vida en esta tragedia, mi particular pésame a sus familiares, este es mi particular sentir unido al de el resto de españoles y españolas que han sabido dejar las peleas y las batallas a un lado para JUNT@S unirnos en un sentir mutuo, unirnos en la solidaridad.
 + Descansen en Paz +
 
 









 

lunes, 15 de julio de 2013

Que difícil se hace entender cómo y de qué manera tan sumamente fácil e indeseada se puede llegar a meter la pata hasta tal punto en el que llegas a replantearte una mil cosas.

Dicen que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra; pero en el Evangelio también se dice que: "Quien este libre de pecado que tire la primera piedra". ¿Cómo no tropezar más de una vez con la misma piedra si parece que el camino está repleto de ellas? Es sin duda algo que al ser humano aún le queda por aprender; es aún una tarea pendiente.

Podemos sentir rabia, coraje, enfado, duda y muchas cosas más; pero con sinceridad diré que parece lógico que tropecemos dos, o incluso más veces, con la misma piedra ¿Quién la mueve para que volvamos a tropezar con ella? Creo que la respuesta yace en cada uno; cada uno es el que, queriendo o sin quererlo, movemos esa piedra para volver a tropezar una vez más.

¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Cómo actuar?...tres preguntas y solo una respuesta: hay que actuar, hacer y hablar con el corazón, responder a sus impulsos y ver por el propio bienestar y el de los demás, tratando de no perjudicar a nadie y, si esto sucediera, si por algún acto o palabra que se haga se perjudica a alguien, lo mejor, quitarse del medio, apartarse y ser "invisible".

Hay momentos en los que es mejor hacer lado y dejar paso a gente que haga las cosas de la mejor manera, pero antes debemos corregir el error. Pedir disculpas y corregir la metedura de pata.

Reconozcamos en definitiva que el ser humano es una máquina tan inteligente y a la vez tan sumamente estúpida que llega a cometer fallos de los que tarde o temprano acaba arrepintiendose.

Fran Hernández